LIBROS: MUNDIALES, PASIÓN Y POESÍA. Por María Luján Picabea, en la sección “Noticias”, página 42, sábado 14 de junio de 2014
Los once. Una de las ilustraciones de Berneman en el libro Haikus Bilardo. |
En el libro, ilustrado por Matías Berneman, se narra la
participación argentina en los Mundiales de fútbol de México 86 e Italia 90,
pero en formato de haiku, sólo que la métrica de los mismos es tres, cinco y
dos. “Acorde a la manera que el técnico Carlos Salvador Bilardo inventó para
organizar —por primera vez en la historia— un equipo de fútbol con tres
defensores, cinco mediocampistas y dos delanteros”. Lo que sería algo así como
la formación de Bilardo hecha poesía. “La utilización de la forma bilardiana en
el haiku se nos figuró como un modo de celebrar la mezcla de austeridad,
cálculo y mística de los equipos del entrenador”, comentan Figueras y Marcos en
el prólogo.
En mayo, Haikus
Bilardo se presentó en el marco del Festival Azabache de Literatura
policial y negra, en Mar del Plata. Con tanto clima mundialista y con una
hinchada que acaricia la idea de repetir en Brasil la hazaña de México, el
libro coronó el cierre del Festival.
Los haikus de Figueras y Marcos relatan uno a uno los
partidos que disputó la
Selección en el 86 y el 90, y suma, luego, pequeños
fragmentos de crónicas periodísticas. Así relata la final en México contra
Alemania: Celestes, / verdes, delirio, / gritos. // Azteca, / cancha jamás /
nunca. // Equipo / de Rummenigge, / duro. // Un centro / de Burru, ¡gol / Tata! // Enrique / Diego, Valdano / brillo. // Dos centros / dos goles verdes, /
llanto. // El sueño / se desvanece / Diego. // ¿Por qué / nos dejaste, oh /
padre. // Que se / agriete el mar / rojo. // ¡La magia / de Dios y un gol /
Burru! // Equipo / campeón del / mundo. //¡Bilardo, / Argentina, oh, / haikus!
En el final del libro, el capítulo “Tod@s tenemos algo que
decir” reúne textos de escritores, músicos, periodistas, cineastas y artistas
aportan pequeños recuerdos y vivencias de los Mundiales. “Después del 78, y la
desdicha de haber cantado mientras otros sangraban, ningún mundial será
solamente una fiesta”, dice Liliana Bodoc. Por su parte el ilustrador Iñaki
Echeverría rememora el partido contra Inglaterra, en México, que vivió siendo
chico, durante un viaje de larga distancia en colectivo, atento a los
comentarios de los pasajeros que llevaban radio. Menciona la polémica que
desató el gol de Maradona, con la mano, y cómo el conductor la clausuró
diciendo: “¡Fue gol! Con o sin la mano, fue gol. Ganamos 2 a 0. Y al que no le guste,
puede bajarse del colectivo en este momento. ¿Estamos?”.
Sólo una muestra, Haikus
Bilardo es una pieza extraña, si se quiere. Pertenece a la colección Ni
Muerde Ni Muertos, de la editorial Muerde Muertos de literatura fantástica, de
terror y erótica. Pero no pertenece a ninguno de esos géneros. Es en la ruptura
con el haiku tradicional, con la poesía y también un poco con ciertos códigos
futboleros que el libro encuentra su mejor definición.Tapa de la revista Ñ. Sábado 14 de junio de 2014. |
Revista Ñ. Página 42. Sábado 14 de junio de 2014. |