Palabras de Mica Hernández durante la presentación de iluSORIAS,
el sábado 8 de junio de 2013, en la Biblioteca Nacional
Mariano Moreno.
iluSORIAS es un
libro de homenaje a toda una obra y a toda una vida dedicada a la literatura. Es, además de un
homenaje a Laiseca, la primera traducción de Los sorias a 15 años de su primera edición. Con este libro hemos
traducido Los sorias al lenguaje
visual.
En un punto los artistas que participan se convirtieron en
escritores visuales y juntamos 165 interpretaciones de los 165 capítulos de Los sorias. Si bien los que participan
de este libro vienen de profesiones diversas, todos se han transformado en
escritores visuales: la literatura recorre las páginas de iluSORIAS a través de imágenes ancladas por los nombres de los
capítulos.
Los dibujos se hilvanan en el libro narrando visualmente la
historia. Y como en Los sorias, acá
también hay varias historias paralelas, donde cada capítulo es único y se puede
leer como una obra autónoma. IluSORIAS
es un libro ecléctico donde se concentran muchas ilustraciones diferentes, y a la vez es una obra colectiva.
La obra de Laiseca atraviesa todas las ilustraciones:
escenas oscuras, erotismo, esoterismo, monstruos, Monitores, conchazas,
escritores y hasta el mismo Laiseca, son algunos de los elementos que se
repiten en las páginas y que van tejiendo la trama de iluSORIAS, que es una historia laisequeana.
Es que una vez reunidos todos los dibujos sorprende ver cómo
se plasma en ellos el mundo de Laiseca y los personajes de Los sorias.
En el proceso compartimos la curaduría del proyecto con Carlos Marcos , convocando
a todos aquellos que nos gusta lo que hacen. Participan en iluSORIAS artistas plásticos, historietistas, fotógrafos,
grabadores, dibujantes, vestuaristas y hasta escritores. Arrancamos el proyecto
hace más de un año y durante unos meses nos fuimos contactando con artistas
sumándolos a la
propuesta. Fue una ardua tarea seleccionar a 168 artistas que entendieran de
qué iba iluSORIAS y aceptaran
ilustrar un capítulo.
En la mayoría de los casos seleccionamos los capítulos que
de alguna manera se vincularan con la obra o la personalidad de los artistas.
En cuanto a las ilustraciones, dejamos que cada artista
usara su propio estilo y técnica. De hecho, hay dibujos a tinta, grafito,
marcador, imágenes digitales, fotografías, collages y grabados entre otras
técnicas. La única limitación de la consigna fue que la imagen fuera pensada en
blanco y negro y escalas de grises.
Por último, como directora de arte de la editorial Muerde
Muertos tuve a mi cargo la realización del maquetado del interior del libro y
también el diseño de la tapa. En ella reprodujimos el primer párrafo del primer
capítulo de la novela Los sorias con la tipografía a mano
alzada de Laiseca. Y también, claro, a pedido específico de Alberto y de Carlos
incluimos un guiño erótico que entre otros temas forma parte de la trama de Los sorias.
Para finalizar, Laiseca contagia un modo de creatividad: un
juego que nos tomamos muy en serio. Abordar el comienzo de una obra a través de
la investigación, imponerse reglas rígidas que pueden quebrarse en cualquier
momento para finalmente sentarse y laburar mucho. En el mundo laisequeano jugar
con la imaginación es algo mucho más que importante, es verdadero, y por lo
tanto lo imaginario se transforma en realidad. Y aunque parezca absurdo en un
comienzo, basta dar un vistazo a lo que nos rodea para darnos cuenta que todo
es superlativamente delirante.