Reseña de Hay que matarlos a todos (Muerde Muertos, 2017) de Pablo Tolosa. Por Mariano Buscaglia, escritor y editor del sello Ediciones Ignotas.
Hay que matarlos a todos es una novela que transita con displicencia descarada variedad de géneros literarios y que hasta, seguramente, se invente alguno en el camino. Pueden encontrarse rastros fuertes de ciencia ficción, western, horror cósmico y hasta novelas de costumbres. Hay que matarlos a todos lleva la tensión en casi todas las páginas, y a pesar de que las imágenes que plasma son impresionantes y transitan el horror y el gore, nunca cae en la descripción de mal gusto o en el lenguaje soez y gratuito. A veces da la impresión de que sí, pero sólo es una sensación generada por la propia tirantez de la trama: un argumento que se deja arrastrar por un delirio contenido, donde hay seres intergalácticos camuflados de hombres demasiado comunes, gusanos tentaculados, mad doctors prisioneros en algún pueblo del interior, legiones de doppelgängers y recuerdos sórdidos que abruman a los protagonistas.
En sus ambiciones desmesuradas la primera novela de Pablo Tolosa recuerda a esos libros totales de William Hope Hogdson o de Olaf Stapledon donde el Cosmos (con mayúscula) parece ser solo un escenario minúsculo, aunque infinito, de la locura de los que escriben.