Dice José María Marcos en el prólogo: “Beber en rojo (Drácula) es un palimpsesto laisequiano del clásico de Bram Stoker, con música y decorados de Terence Fisher para la Hammer Production. Al igual que Laiseca, el Conde atesora una voluminosa biblioteca y una gran cantidad de películas con Bela Lugosi, Vincent Price, Peter Cushing y Christopher Lee, y entre otros paralelismos se dedica a la astrología, es politeísta y disfruta de las historias de terror. La lupa del realismo delirante está puesta en las profundas relaciones entre el erotismo y el horror, pero el fuerte contenido sexual que esconde el Drácula, de Stoker, aparece en primer plano, mientras que el horror se menciona como una vieja emoción latente. Y no se produce ninguna contradicción entre ambas obras, sino que operan como un complemento, pues, en cierto modo, el miedo y el deseo suelen ser dos caras de una misma moneda”.
BACKSTAGE - “Víctima tímida pero bien dispuesta”
Modelo: Ana Nieves Ventura - Fotografía: Mica Hernández