Reseña de La lengua de los geckos (Muerde Muertos, 2019) de Fabián García | Por Maximiliano Guzmán Pineda
Antología de diez cuentos que muestran el debut de Fabián García en los anaqueles del terror argentino. Un debut sumamente provechoso con una base creativa renovadora. No estamos ante personajes típicos ni historias repetidas ni sosas. Fabián pone a jugar un propio subgénero que rehuye de lo paranormal y el susto fácil, planteando un esquema biológico al devenir entre cuento y cuento. Mejor dicho: anfibológico y entomológico (y kafkiano), cruzando con dos historias de un curioso realismo que compromete al lector con sus personajes y lo inserta en la duda y la moralidad.
“La lengua de los geckos”. El cuento que abre el libro nos hunde en la soledad del personaje principal y sus extraños visitantes. Unos geckos que han elegido su hábitat. (El final de este cuento es espectacular).
“El riesgo empresario”. Hombrecitos que quieren ser más fuerte y para ello consumen inyectables con la esperanza de convertirse en algo que no son… ¿Y serán?
“La flor lejana”. Un cuento que abraza “El color que cayó del cielo”, de Howard Philip Lovecraft, y “La tienda de los horrores”, de Frank Oz, donde una hermosa flor logra transformar un patio y todo lo que la rodea.
“Comunión”. Uno de los cuentos realistas del autor que nos introduce a una iglesia con dos monaguillos púberes y un cura con preferencias episcopales. (Un buen final).
“El lápiz”. Segundo y último cuento realista (aclaro que su separación en realista es que no cuenta con ningún hecho fantástico ni de índole semejante). Aquí una niña rubia y bonita juega en la plaza ante la mirada de un hombre que descubre con el paso de los minutos las intenciones de la niña y el séquito de niños que arrastra, y ve desde la distancia como las acciones impunes de la rubia sobre el arenero llevan a una consecuencia.
“Los ojos grises”. Un cuidador de medusas, un hombre imperfecto pero fiel al Dios del Mar que lo invoca para cuidar a sus hijas se ve envuelto en extremar la responsabilidad sobre las hijas del mar que lo lleva a un problema con dos niños y un padre, que no comprenden la importancia de las medusas.
“El pliegue iterativo”. ciencia ficción, origami, mundos paralelos, hormigas y una invasión que no es la esperada.
“Profundo”. un niño muy particular es obligado a ir a la escuela donde la discriminación y el rechazo se vuelven común. ¿Por qué?... Cuentazo que rescata lo mejor de “El caso de Charles Dexter Ward” y “La sombra sobre Innsmouth” del ya nombrado H.P Lovecraft.
“Luli”. Una madre obsesionada con la limpieza y el asco a los insectos se topa con unas extrañas arañas al mismo tiempo que no encuentra a su hija —Luli— hasta que la descubre en el patio.
“Un último abrazo”. Un hombre que tiene de hobby la anfibología está a punto de morir...
En resumen y en definitiva, Fabián García es un escritor a tener en cuenta. Una voz nueva que hay que iluminar y que ilumina el ambiente del terror nacional.