Reseña de Mujer deshabitada (Muerde Muertos, 2019) de María Sola | Por Lucas Berruezo | Entre Vidas | El Lugar de lo Fantástico
Hay libros que no son sólo libros. Hay libros que, también, son universos narrativos, constelaciones ficcionales. Así podríamos caracterizar a Mujer deshabitada de María Sola, una de las nuevas apuestas de la editorial Muerde Muertos.
Mujer deshabitada cuenta con 52 relatos y ocho ilustraciones (nueve si incluimos la portada), por lo que puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que no habrá lector que permanezca indiferente a la multiplicidad de historias que se despliegan en sus páginas. Entre los cuentos que más me impactaron se destacan “Los ningunos” (una utopía comunista convertida en un infierno personal por culpa del amor, que es siempre una forma de apego), “El espejo” (donde la fragmentación del yo implica belleza y su reconstrucción, una monstruosidad) y “Azul” (en el que la perversión permanece a flor de piel). Apenas tres relatos de tantos que podría mencionar y que, por las extensiones con las que cuento en esta reseña, me veo en la obligación de obviar no sin antes recomendarlos.
Leer Mujer deshabitada es meterse en una trama onírica donde las características surrealistas de los sueños, al igual que los demonios que pueblan las pesadillas, arrastran al lector, lo acunan e, inevitablemente, le impiden despertar.
Un nuevo acierto de la editorial Muerde Muertos.