Reseña de Viaje al principio de la noche, de Alejandra Tenaglia (Muerde Muertos, 2018). Novela, 240 páginas. Escribe Fernando Farías para La Palabra de Ezeiza
La editorial Muerde Muertos sigue presentando voces jóvenes de la literatura argentina y, en esta ocasión, publicó Viaje al principio de la noche, la primera novela de Alejandra Tenaglia (1976).
La autora cuenta con una extensa trayectoria en el periodismo regional, habiendo fundado El Observador de Chabás (Santa Fe), además de haber colaborado en publicaciones de Rosario y localidades vecinas. En el campo literario, desde hace una década cuida las ediciones del escritor Enrique Medina, prologuista de la presente edición y autor, entre otros títulos, de las célebres novelas Las tumbas, El Duke y Strip-tease (esta última, objeto de homenaje del sello Muerde Muertos que publicó una traducción visual con la participación de cuarenta ilustradores).
La novela relata el regreso de Victoria Tell a su Sauce natal. Habiéndose recibido de profesora de Historia, Tell dará clases en la escuela local y se reencontrará no sólo con caras conocidas, sino también con asuntos que creía enterrados en el más profundo olvido. El pasado irá reapareciendo en escritos que dejó en un arcón. Un diario personal, poesías y apuntes serán parte del material pretérito que se mezclará con sus clases de Historia y sus colaboraciones en la prensa de Sauce.
A través de un planificado ensamblaje —que incluye un relato en tercera persona y un monólogo interior—, la novela nos ofrece un personaje de múltiples dimensiones, que habla hasta en sus silencios. El título es toda una declaración y remite a Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline. Este “viaje” de Tell va tras las pasos de Céline y Medina, apostando a una trama mínima donde lo central es el perfil psicológico de la protagonista, quien deberá hacer un largo periplo para entender dónde comenzó “la noche” que empaña su presente.
De ritmo pausado y cargado de detalles, la novela irá sembrando pistas que eclosionarán en los tramos finales de una travesía elogiada por Enrique Medina, quien augura que estamos ante un prometedor comienzo en el universo de las letras. +Info