Palabras de María
Inés Rodríguez Aguilar durante la presentación de Enigmas de sangre. Summa del policial de enigma al policial negro argentinos (Muerde Muertos, 2015) (*)
Enigmas de sangre
presenta en factura cuidada a una equilibrada alquimia, seleccionada por el
Lic. Pablo Gaiano, de autores clásicos consagrados y contemporáneos, de la que
emergen sutiles y contundentes relatos, precedidos por el abarcador e
inteligente itinerario del propio Gaiano acerca de la tradición del policial,
enhebrando textos que despliegan los enigmas que han desvelado a las
sociedades, sobre la inocencia o la culpabilidad.
Doscientos años de literatura policial interpelan al origen
mítico, al origen de la especificidad de este ámbito, conformado desde los
clásicos romanos a los textos de la modernidad en la literatura inglesa de
fines del siglo diecinueve.
Esta selección recorre el itinerario rioplatense con textos
de concepciones ampliadas y fórmulas inteligentes, lo que nos hace retornar a
las complejidades de nuestras historias, con estilos y lenguajes cuasi
delictivos, en épocas de órdenes legales en construcción o en franco quebranto
por las dictaduras.
Se han producido diversidades estilísticas desde la matriz
de este canon de circulación de testigos, sospechosos en tránsito, indicios
materiales o psicológicos, en tramas de pesquisas y engaños que nos suenan
familiares, nunca ajenos, aunque distantes.
¿EXISTEN FÓRMULAS
PROPIAS O
ESTAREMOS ANTE OTRO
MISTERIO?
Nos preguntamos cómo definir el canon de este género de
límites ambiguos y dinámicos que, a modo de rizoma, incorpora a modos de mundos
virtuales y nuevas delincuencias. Literatura que inscribe a actores sociales de
la marginalidad en el protagonismo, personajes que despiertan simpatías fluctuantes
en tonos sombríos detectivescos, y que, irreverentemente, envuelve a sus
lectores con compases rítmicos.
Abanicos de despliegue de subjetividades y complejidades
colectivas, cuyas tramas y sus reveses tejen transgresiones y acciones de
reparación por encima de las normas de la Justicia. Nos
seducen los antihéroes que interpelan el orden social de los blancos o negros
con una sinfonía de grises, en estallido de una poética sanguínea de fuegos
estallantes.
Violencias, crímenes y procesos judiciales entraron en la
historiografía social del siglo diecinueve, para deconstruir en las
complejidades de la evolución de las sociedades a los imaginarios sociales en
sus contextos históricos. Registros judiciales y la información periodística de
delitos, marginalidades y estereotipos, nos remiten a ideologías, procesos y
valores con la misma eficiencia de las fuentes tradicionales.
¿QUIÉNES SOMOS CUANDO
DEVENIMOS
EN LECTORES DE LO
JUDICIAL?
Interrogante cuasi psicoanalítico de respuestas múltiples e
interesantes fantasías; deseos, curiosidades voyeuristas y temores inquietantes
emergen del subsuelo de nuestro inconsciente, los que hallan en la lectura una
justificación honrada para desplegarse sin pudores.
La tradición romántica y el folletín y la literatura de
cordel, Artl, Quiroga y la mítica y la sempiterna Colección Séptimo Círculo,
con las líneas de Petorutti, de complicidad refinada de dos eruditos
socarrones, Bioy y Borges, consiguieron con su divulgación masiva en Argentina
renovar el pacto de lectura hacia el género en nuevas generaciones.
Textos que se retoman con curiosidades virginales,
tonalidades nostálgicas y renovación de fe en la utopía de justicias.
Literatura con visualidades complejas de caleidoscopios que permean pudores
burgueses y secretos de las conformaciones familiares e hipocresías de
respetabilidad.
Nuevos aportes de esta compilación, con ficciones de
contundencias agobiantes, nos devuelven a las realidades que nos conmueven, y
se organizan de acuerdo con los siguientes subgéneros:
“Policial negro-negro contemporáneo”: Ernesto Mallo en
“Trabajito” y Pablo Gaiano en “El asedio del felino” comparten los abordajes de
reminiscencias de épocas oscuras.
“Policial de enigma clásico contemporáneo”: integrado por
los textos de “Adiós candidato”, de Norma Lencina, y “L33T”, de Efe Vogelius,
recorren las sinuosidades macabras de crímenes reales, entretejidos con
política, sexo y corrupción de una fatal vigencia.
“Policial gris o de enigma argentino”: recupera la
especificidad de la inscripción en el horizonte histórico de una realidad
densa, en las producciones de Goga Pizarro (“El cerco se fue cerrando”), donde
Eros y Tánatos juegan al ajedrez, y de Rosa Kratz (“Suicidio inconcluso”), que
interpela a la culpa en un entorno, lo que abre las puertas para el hallazgo
del culpable.
“Policial punzante”: José Garber en los “Tres o cuatro
navegantes” nos acosa con una trama impecable de sostenido suspenso.
Sólo aspiramos y esperamos que estos excelentes textos
encuentren la merecida maestría del lenguaje cinematográfico o televisivo para
ser masivamente disfrutados.
(*) Jueves 5 de mayo
de 2015. Museo Roca (Vicente López 2220, CABA)