Pablo Schuff (Buenos Aires, 1975) integra Osario común. Summa de fantasía y horror
(Muerde Muertos, 2013) con el cuento “La habitación de mamá”, un relato donde
un escritor busca reconciliarse con un pasado que aún late en el hogar de su
infancia. La creación de una nueva novela tal vez sea la vía del exorcismo.
OSARIO COMÚN
La summa de fantasía y horror está compuesta por diecisiete
autores contemporáneos que frecuentan la literatura de terror, con selección,
introducción y notas de Patricio Chaija, además de un epílogo de los hermanos
Carlos y José María Marcos. Integran el libro cuentos de Fabio Ferreras,
Mariana Enriquez, Pablo Schuff, Pablo Tolosa, Jorge Baradit, José María Marcos,
Walter Iannelli, Alejandra Zina, Claudia Cortalezzi, Ignacio Román González,
Gerardo Quiroga, Ricardo Giorno, Sebastián Chilano, Gustavo Nielsen, César Cruz
Ortega, Alberto Ramponelli y Emiliano Vuela.
Venta en Librerías: Galernas, Cúspide y Yenny
Venta directa: malpascal@yahoo.com.ar - Valor: $150.-
“MI VERDADERA
VOCACIÓN ERA ESCRIBIR GUIONES”
El escritor Pablo Schuff se presenta así: “En el 2000 egresé
de la carrera de imagen y sonido de la UBA.
Luego de muchas idas y vueltas en el ámbito audiovisual,
descubrí que mi verdadera vocación era escribir guiones. También descubrí que,
si aspiraba a trabajar profesionalmente como guionista, iba a tener que escribir
como un maniático, iniciar proyectos faraónicos destinados al fracaso, y en el
camino aceptar trabajos desgraciados, de diversa índole. Supongo que lo mismo
les sucede a quienes aspiran a vivir de la escritura literaria. Y distingo la ‘escritura
literaria’ de la ‘escritura audiovisual’, porque tienen sus especificidades. Especificidades
que tuve que aprender, que sigo aprendiendo, y que no sé si en algún momento
llegaré a aprender del todo. El cuento incluido en la antología es testimonio
de este proceso: primero fue un intento de novela, luego un guión cinematográfico,
y finalmente un cuento. Hoy me considero más un ‘armador de historias’, que un
escritor literario, pero el tiempo y los futuros proyectos dirán en qué deriva
mi carrera”.
—¿Qué escritores
reconocés entre tus influencias? ¿Qué libros en particular? ¿En qué sentido te
han marcado?
—Como la mayoría de los escritores (y lectores) amantes del
género de terror, la influencia ineludible es Stephen King. Su novela It fue un hito en mi vida como lector, y
creo que también en mi vida en general. Otros libros que me marcaron
fuertemente son: Crimen y castigo, de
Dostoievsky; El cazador oculto, de
Salinger; Grandes esperanzas, de
Dickens; Ferdydurke, de Witold
Gombrowicz; La vida está en otra parte,
de Milan Kundera; El juguete rabioso,
de Roberto Arlt; y un (no muy largo) etcétera. No podría decir que esos libros
me hayan influenciado en un sentido “literario”, porque eso significaría
dividir lo “literario” de la vida a secas. Si me influenciaron, fue porque
hablaban de problemas que tenían y tienen que ver con mi vida, y no con la
literatura.
—¿Qué obsesiones,
preocupaciones y problemáticas aparecen en tus textos?
—Luego de cinco o
seis guiones para largometrajes, tres intentos de novelas, un cuento, y algunos
pilotos para televisión, me di cuenta de que había por lo menos dos temas que
se repetían en mis historias: 1) El hombre que intenta escribir y armar su vida
en pos de la escritura, 2) la relación conflictiva con el padre, o la ausencia
del padre. Todo esto dicho con la humildad y sinceridad de la que soy capaz, y
sin pretender abordar “grandes temas”. Como alguien dijo alguna vez: es lo que
hay.
UNA VENGANZA CONTRA
EL MUNDO
—¿Cómo nacen tus
historias? ¿Podés dar algún ejemplo?
—Las historias en general nacen de una idea que me parece
atractiva, y que luego de pensarla y repensarla, analizo si se sostiene
dramáticamente. El cuento incluido en esta antología, nació de un sueño, una
pesadilla. En el sueño, yo despertaba y mi novia se había convertido en un
monstruo. Entonces partí de esa base “un hombre descubre que poco a poco, su
novia se transforma en un monstruo”, luego, en el desarrollo, fui pasando por
diferentes versiones de la historia hasta que lo “monstruoso” terminó ligado a
lo materno. En esta versión final del cuento, ya no existe la novia que se
transforma. Pero así fue cómo empezó.
—¿Por qué te interesa
el horror y la fantasía como campo de expresión?
—Porque es lo que
me gusta leer. También creo que hay algo de “venganza contra el mundo” en el
género. Una suerte de destrozar la realidad, debido a que la realidad es a
veces fea y hostil. Esto no creo que sea patrimonio exclusivo de la literatura
de horror, pero ella ofrece un ámbito propicio para llevar las cosas al
extremo. No es casualidad, por ejemplo, que muchos fanáticos del terror sean
fanáticos también del heavy metal, aunque yo no lo soy. Hay una especie de
“hagamos mierda todo”, una reacción de rebeldía adolescente. Pero a mí me
interesa más el terror psicológico, lo siniestro. Email: pabloschuff@gmail.com