Entrevista a Carlos Marcos
¿Cómo reeditar una novela de 1300 páginas a 15 años
de su aparición, que creían tan importante para ellos? “Como en general ocurre —contó Carlos Marcos , el editor
de iluSORIAS junto a Mica Hernández—
terminamos convirtiendo nuestras carencias en virtudes y nuestras debilidades
en fortalezas inusitadas. Alberto me enredó una mañana en una charla sobre las
historietas y los cómics de su infancia y de cómo comprendió que la imaginación
no tiene límites. Intuí allí que compartimos el amor por los dibujantes, el
respeto de fascinación por lo que hacen y la envidia malsana por sus bellos
garabatos”.
Surge así esta empresa donde participaron
168 artistas visuales, desde artistas plásticos de renombre como Juan Batlle Planas, Carlos
Regazzoni o Clorindo Testa, a escritores (Juan Sasturain, Wasghinton Cucurto y
otros), historietistas y humoristas gráficos, hasta el mismo Alberto Laiseca.
Cada título de los capítulos de Los sorias,
dio el pie para la libre expresión del ilustrador.
Acerca de esto y mucho más, dialogamos con Carlos
Marcos.
—El
horror y lo erótico parecen estar en todas partes: en la historia, en los
medios, en la calle. ¿Por qué nos cuesta tanto romper el silencio sobre ello de
otra manera que no sea en escándalos privados o sensacionalismo?
—No es que nos cuesta romper el silencio, creo que
más bien nos cuesta sostener un saludable silencio; se habla por de más y se
hace mucho ruido en muchísimos casos. Los miedos y la sexualidad son
constitutivos en el sujeto y por lo tanto de una intimidad atroz. Romper el
silencio con escándalo y sensacionalismo tiene que ver con una posición más
bien voyeurista o exhibicionista; se trata de otra cosa. Simplemente es más
sencillo hablar de nosotros mismos acunándonos cómodamente en algún escándalo
ajeno o en alguna noticia sensacionalista. No es sencillo admitir “tengo un
temor irracional a los perros” o “me excitan los perros”, pero, si lo leemos en
algún periódico o nos llega como chisme, quizás nos divierta y todo. En el caso
puntual del erotismo en el arte ,
lo que se busca es
representar el deseo tan inasible e inmaterial como es. Hay
grandes obras que no recurren siquiera a
la representación explícita de la sexualidad o de nuestros
temores y sin embargo son obras sumamente eróticas o nos causan un horror
indescriptible.
—Penosamente, a Los sorias no la leí. ¿Qué
podés agregar a las palabras más conocidas sobre la obra, “La mejor novela que
se ha escrito en la
Argentina desde Los siete locos, de Roberto
Arlt” (Ricardo Piglia), para que un lector cualquiera quiera acometer la
aventura de sus 1300 páginas? Y en particular, ¿creés que iluSORIAS ayuda a acercar a ese lector desprevenido?
—No te preocupes, yo la leí dos
veces, la leí por los dos. Magistralmente Piglia lo resume en dos o tres frases
que se reiteran siempre, tomadas de su prólogo y que circulan como referencia a
Los sorias. Una es la frase que citás y otra muy importante que habla de que es
una novela estructurada como un fractal, como el juego de muñecas rusas, las mamushkas, de tal manera que nos enfrentamos a una historia que en su interior
alberga una nueva historia, y éstas a su vez otra, y a su vez otra y a otra. Se
podría decir, ampliando un poco, que es
un monstruo que amplifica el
desconcierto de todos aquellos lectores que no saben si el texto intenta
divertir, hacer reflexionar, imponer una tesis mística, una doctrina
filosófica, ideológica, política, metafísica. En medio de un disparate surge un
enunciado profundo, de una salida humorística nace el absurdo más cruel y hasta
detrás de una escena súper poética se despliega tanto lo inverosímil como lo
trascendental, así como una burda tesis científica, tanto como una verdad
sobrenatural de lirismo y erotismo extremo. iluSORIAS
causa un maravilloso extrañamiento en el lector desprevenido, causa
desconcierto y curiosidad sobre todo. Le otorga rostros a un malón de
personajes y situaciones de la mano de 168 artistas visuales: pintores,
grabadores, dibujantes, historietistas, grafiteros incluso escritores que
tomaron el riesgo de ilustrar cada uno un capítulo desde su saber y su técnica.
El lector, en esencia, es un curioso... iluSORIAS potencia esa curiosidad.
—En
qué anda hoy Carlos Marcos
escritor, luego de Muerde
Muertos (quién alimenta a quién…) con tu hermano,
y el trabajo crítico y recopilatorio de iluSORIAS. Tu única publicación
a solas en Muerde Muertos
(Inmaculadas) también incluía lo gráfico. ¿Esto es en vos una necesidad
tan fuerte como la escritura?
—Siempre ando buscando, escribiendo,
experimentando, batiendo, mezclando... intentando la experiencia literaria a
cada rato. La literatura dialoga con todas las artes, o debería hacerlo, así
como el erotismo dialoga con el escándalo, con lo íntimo, con la pornografía
incluso. Dialoga y marca sus diferencias indicando que el cuerpo es más que
sólo un cuerpo cuando desea o es deseado. Todos trabajamos con imágenes que son,
en su simpleza y complejidad, nada más que palabras. La necesidad es siempre
necesidad de expresarse, de percibir formas, de fusionar, de componer e
incorporar. Para mí será siempre literatura.
—Me
quedó esta pregunta en espera cuando hablamos con José María. Ahora va para
vos: uno imagina crecer en un pueblo como Uribelarrea, de 1000 habitantes, en
el seno de una familia católica, y sólo como acto antagónico puede elucubrar
una literatura y una editorial como la de ustedes. ¿Ha habido en aquellos años
de niñez y adolescencia, y seguro de rebeldía, experiencias que anticiparon
este camino?
—Yo no lo pienso como un acto antagónico ni
de rebeldía sino más bien, como la posibilidad de ir más allá. La decisión de
fundar una editorial como Muerde
Muertos , de ahondar en tal o cual género o lógica
literaria, tiene que ver con nuestra
historia. La vida en un pequeño pueblo, la formación de los primeros años y las
vivencias en general, posibilitan, impulsan. Grandes maestros del erotismo, del
horror y del delirio han tenido formación religiosa, y eso les ha permitido
avanzar, desde algún lugar, impulsándose hacia delante. La Biblia misma (y no soy
original aclarando esto) está llena de historias de terror, eróticas y
delirantes de una eficacia de milenios. Lo que siempre nos ayuda a continuar
adelante sobre todo en el contexto uribelarrense-familiar es la tolerancia y
una buena cuota de humor negro.
(*) julio de 2013.