El erotismo, la muerte, lo femenino... urgen, sí... pero me gusta pensar que estamos vencidos de antemano... que estamos totalmente perdidos con estas cuestiones tanto como con otras... y cada tanto... muy de tarde en tarde lograr el milagro... no es la intención anticiparme a nada o profetizar sobre ello... Así como los buenos cuentos de ciencia ficción norteamericanos de mediados de siglo pasado y de los cuales no recordamos el autor son siempre de Cordwainer Smith, existe una anécdota atribuida creo que a Menedemo, aunque bien puede atribuirse a Crates o Diógenes o a cualquiera de los filósofos cínicos, y que dice que el filósofo increpado por masturbarse en la plaza pública respondió: “La vida sería más sencilla si tan sólo con frotarnos el vientre se nos quitara el hambre”. El erotismo, la muerte, lo femenino... urgen, sí... y hacer públicas estas mixtorietas o sexorietas o como las llaman impúdicamente algunos allegados (y no voy a repetir ni a denunciarlos) urge, sí... apremia para quien muy de tarde en tarde trata de lograr el milagro... y no es nada más que una afirmación para quienes se masturban en la plaza pública y logran espantar el hambre... y cada tanto... muy de tarde en tarde... se restriegan la panza hasta alcanzar un orgasmo...