Inconscientes es el primer libro de cuentos del escritor, psicólogo y psicodramatista Pablo
Ruocco, editado por José María Marcos y publicado por la editorial Muerde Muertos. Es
parte del último grupo de libros lanzados por la editorial bonaerense, que se enfoca en los
géneros de terror, fantástico, erótico y afines. Los autores que acompañan a Ruocco son:
María Sola, Pablo Martínez Burkett, Patricio Chaija, Ricardo Rincón Huarota y Enrique
Medina, la presentación oficial se hizo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2022. Inconscientes ubica, como en un rompecabezas que puja por ser terminado, doce
cuentos en total. Algunos fueron trabajados desde hace varios años y otros fueron de
creación más reciente. Se incluyen algunos que nacieron en las aulas de la Universidad
Nacional de las Artes (UNA) donde Ruocco estudia la Licenciatura de Artes de la
Escritura, como el cuento que abre el libro “Amargo y ácido”; otros publicados en
revistas literarias, como “Cositas rojas” y otros ganadores de premios nacionales y
provinciales, como “Subsuelo tesoro”. Los cuentos de Ruocco están hilvanados con una
prosa precisa, nada sobra en sus renglones, indaga en el interior de sus personajes sin
discreción, pero con belleza, y opera en el modo de resolución de sus cuentos, una fórmula
distinta a lo acostumbrado actualmente, nada está explicado; lo que plantea Ruocco deja
sin aliento y no da tiempo para recuperarse.
Pablo Ruocco es una figura que había tenido experiencia editorial en el campo donde más
estudios académicos ha sumado hasta el momento, la psicología; en el cual, desde sus
estudios universitarios, ya marcaba su enfoque terapéutico articulado con el arte. Se
recibió de la Universidad Argentina J.F. Kennedy, con la tesina “Las expresiones
artísticas como recurso psicoterapéutico”. Su experiencia editorial previa se dio con la
publicación del libro Psicodrama grupal: teoría, experiencias, multiplicidades (2019)
que fue presentado en el XII Congreso Iberoamericano de Psicodrama en San José de
Costa Rica, texto del cual es co-autor junto con Gustavo Kendelman.
En este libro
abordan múltiples enfoques del psicodrama grupal, desde producción teórica, hasta el
desarrollo y enriquecimiento de las prácticas psicodramáticas, atravesadas y soportadas
por relatos de experiencia de los autores. La narración, en Ruocco, es el motor
fundamental. Además, su experiencia editorial no se basa únicamente en el ejercicio de
publicar, sino de la práctica editorial como tal, puesto que el libro devino de la Editorial
Centro Nodos, centro del cual es co-coordinador también con Gustavo Kendelman.
José María Marcos, editor de Inconscientes, destaca acertadamente en la contratapa:
“Desde una prosa que se nutre del lenguaje oral y la puesta escena hasta el monólogo
interior y el diario íntimo (...)” mirada que es fundamental para comprender la presencia
de elementos fuertemente psicológicos y psicodramáticos en los cuentos. Esta operación
del psicodrama se vuelve palpable en cuentos como “Claro de Luna” donde aparece la
figura del psicólogo como coprotagonista. Este cuento hace referencia al psicodrama sin
nombrarlo directamente, el profesional es una figura antagónica que usa los elementos de
su saber, la técnica del Doble desarrollada por Moreno, padre del psicodrama, para tomar
ventaja de su paciente. Asimismo, en “Palabras de cristal”: si bien la figura del profesional
es más una sugerencia, pues no tiene voz ni cuerpo, el texto, un monólogo que se extiende
por siete páginas, se desarrolla boyando alrededor de otra técnica clásica psicodramática,
el Soliloquio, el mutismo del psicólogo permite la acción. En ambos cuentos la figura del
profesional es una figura envilecida, funciona como espejo roto de lo que se esperaría
encontrar en él, como figura de contención: “Lo había contactado porque buscaba otra
cosa, casi lo opuesto”. (Ruocco, p70). Sin embargo, la preponderancia psicológica de los
textos no aparece exclusivamente por la presencia del profesional, sino por las acciones
de los mismos personajes. Cada protagonista o co-protagonista avista algo profundo, una
necesidad que se mantiene en segundo plano mientras el relato avanza. En este sentido,
lo psicológico se encuentra con el pensamiento de Piglia en torno a cómo se construye un
cuento. Según Piglia en “Tesis sobre el cuento”, “un cuento siempre cuenta dos historias”
(Piglia, p105); en Ruocco las dos historias aparecen en tensión permanente porque una
de ellas es interna, es el inconsciente de sus personajes. Ese inconsciente que nuclea,
impera y permea todos los cuentos es el deseo. Dependiendo el texto, este será más o
menos obvio para el cuerpo que es poseído por él y tomará forma de diferentes maneras:
el deseo carnal, el deseo de venganza, deseo de entendimiento, hasta un deseo en
apariencia más simple como el deseo de expresarse. De esta manera es que los cuentos
de Inconscientes se vinculan con lo planteado por Piglia en “Tesis sobre el cuento”: “El
cuento es un relato que encierra un relato secreto” (Piglia, p107). Lo más interesante en
este libro es que ese relato secreto está siempre profundo.
No obstante, Piglia hace una distinción entre la versión clásica y la versión moderna del
cuento, siendo la moderna en la que, en su mayoría, Ruocco, quizás de forma
inconsciente, se circunscribe. Pues dice Piglia de esta: “abandona el final sorpresivo y la
estructura cerrada; trabaja la tensión entre las dos historias sin resolverla nunca”. (Piglia,
p108). Celebro que, en una época liderada por los finales cerrados, y más que cerrados,
explicados, resueltos; traídos y normalizados por plataformas de streaming, redes
sociales, compañías cinematográficas millonarias y editoriales gigantescas, Ruocco
apueste por lo irresoluto. Además, como Juan Carrá, docente de la Universidad Nacional
de las Artes y guía de Ruocco, menciona en el otro texto de la contratapa, “nos
encontramos con historias cotidianas que sin efectismos nos introducen en mundos
posibles” (Carrá), los textos de este libro no recurren a una articulación que gire todo el
mundo construido. No hay deus ex machina. No introduce irrupciones repentinas para
crear una sensación de quiebre o saltos que resuelven una situación que queda colgando
en la incomodidad, sino que es el mismo texto el que funciona como una maquinaria de
lo inquietante. Su prosa es precisa porque cada frase, cada oración ayuda a poner esa
maquinaria en marcha y da la sensación de que si sacamos una pieza se derrumbaría todo
el conjunto. Es materia discursiva sólida con distintas capas de sentido.
Por eso destaco Inconscientes de Pablo Ruocco. La necesidad de narraciones de este tipo
nace de no subordinar al género cuento a cierta mecánica elemental que es la espera del
remate. Se emparenta con lo que Cortázar decía de los cuentos: para que haya uno, debe
de tratarse de algo más que un simple relato, tiene que tener cierta lógica de suceso
extraordinario para que aparezca la necesidad de ser un cuento, sin que el género quede
definido simplemente por cargar un efecto obligatorio, indispensable y esperable al final
de la narración. En este libro importan todas las partes y la intriga extrañada es el hilo que
traza una línea entre las doce narraciones desarrolladas.
Bibliografía
Piglia, Ricardo. “Tesis sobre el cuento” en Formas breves, Buenos Aires, Anagrama,
2000.
Ruocco, Pablo. Inconscientes, Buenos Aires, Muerde Muertos, 2022.