Fernando Farías, lector implacable del sello Muerde Muertos, se entreveró con la novela Hay que matarlos a todos (Muerde Muertos, 2017) de Pablo Tolosa y flasheó mal. En Fernandeando Progerundio dijo: “Te escribo a vos, che, que ves una librería y no podés evitar entrarle como cañuelense al dulce de leche. ¿Querés algo que te sorprenda? ¡No busqués más, vieja! Anotá: Hay que matarlos a todos. ¡Siií! La respuesta a la pregunta de qué pasaría si Lovecraft y Vonnegut se juntaran a comer un asado y a bajarse veinticinco cartones de Termidor. No es joda: sangre, tripas, piñas, aliens, explosiones, gusanos inteligentes, horror cósmico, partidas de truco, meteoritos, científicos locos... Todo eso y muuucho más. ¿Qué querés que te diga? ¡Andá y leelo, mamerto/a! ¡No te lo podés perder! Metele que se agota”.
Tripas, aliens, explosiones, gusanos inteligentes, horror cósmico, partidas de truco, meteoritos, científicos locos...
Fernando Farías, lector implacable del sello Muerde Muertos, se entreveró con la novela Hay que matarlos a todos (Muerde Muertos, 2017) de Pablo Tolosa y flasheó mal. En Fernandeando Progerundio dijo: “Te escribo a vos, che, que ves una librería y no podés evitar entrarle como cañuelense al dulce de leche. ¿Querés algo que te sorprenda? ¡No busqués más, vieja! Anotá: Hay que matarlos a todos. ¡Siií! La respuesta a la pregunta de qué pasaría si Lovecraft y Vonnegut se juntaran a comer un asado y a bajarse veinticinco cartones de Termidor. No es joda: sangre, tripas, piñas, aliens, explosiones, gusanos inteligentes, horror cósmico, partidas de truco, meteoritos, científicos locos... Todo eso y muuucho más. ¿Qué querés que te diga? ¡Andá y leelo, mamerto/a! ¡No te lo podés perder! Metele que se agota”.