Reseña de Mondo cane (Muerde Muertos, 2016) de Pablo Martínez Burkett. Por Horacio Convertini
Son sesenta cuentos que transitan los géneros gótico, ciencia ficción, fantástico. Breves todos. Cincuenta y ocho se desarrollan en dos páginas, uno en tres y el restante es un microrrelato. La extensión se vuelve un dato importante porque es el marco que Burkett se autoimpone para tomar los tópicos de cada género, procesarlos y reversionarlos con una vuelta de tuerca original. Es decir que nos lleva de la mano por territorios conocidos hasta el instante en que ese territorio cambia. Y eso, mayormente, en menos de cincuenta líneas. Créanme que funciona. Poe, Indiana Jones, Matrix, Lovecraft, Terminator, Borges, Kubrick, Shelley, King, Wells son referencias detectables en estos cuentos en los que aflora tanto la pericia narrativa del autor como su gran conocimiento del paño. Y que uno disfruta como un chico, asomándose a mundos imposibles y bestiales que dejan con un nudo en el estómago.