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Original mirada sobre el policial

Reseña de Enigmas de sangre. Summa del policial de enigma al policial negro argentinos. Por José María Franchino Arnaiz para La Palabra de Ezeiza (*)

Editorial Muerde Muertos editó Enigmas de sangre. Summa del policial de enigma al policial negro argentinos, con cuentos y fragmentos de novelas. El libro está compilado por el Lic. Pablo Gaiano, quien además escribe un prólogo sobre la génesis y la evolución del género, a partir de una tesis de Rodolfo Walsh. La summa se divide en tres secciones: “Policial argentino contemporáneo”, “El policial argentino en su madurez” y “Fundadores y precursores del policial argentino”.
La sección de contemporáneos se divide a su vez en cuatro partes. En “Policial negro-negro contemporáneo” aparece “Trabajito”, de Ernesto Mallo, un gran cuento de quien actualmente dirige el festival de novela negra BAN! y que habla del submundo de los asesinos a sueldo. Se completa con “El asedio del felino”, del propio Gaiano, un truculento relato sobre un asesino serial que acecha un barrio porteño. En “Policial de enigma clásico contemporáneo”, Norma Lencina relata en “Adiós, candidato” cómo las ilusiones amorosas van empujando a una empleada doméstica a meterse en una historia de película. En “L33T”, Efe Vogelius presenta un caso policial donde el tráfico de información en internet es clave para su resolución. En “Policial gris o de enigma argentino”, Goga Pizarro presenta un relato donde el epicentro del crimen se halla en el Congreso (“El cerco se fue cerrando...”), mientras que Rosa Kratz recrea con elegancia los pormenores de una investigación en “Suicidio inconcluso”. “Los tres o cuatro navegantes”, de José Garber, es el único cuento de la sección “Policial punzante”. Se trata de un relato de ambiciones y poder que nos recuerda que no debemos confiar en las apariencias.
En la sección “El policial argentino en su madurez” se publica el cuento “En defensa propia”, de Rodolfo Walsh, un gran relato de la serie de investigaciones realizadas por el Comisario Laurenzi.
“Fundadores y precursores del policial argentino” se divide en dos. En “Fundadores”, se publica “El crimen del otro”, de Horacio Quiroga, un relato que mezcla el policial con el horror en un homenaje a Edgar Allan Poe; el capítulo “El frenólogo” de la novela La bolsa de huesos de Eduardo Ladislao Holmberg donde la frenología es el método de investigación en boga; el capítulo 2 de la novela La huella del crimen de Raúl Waleis (Luis Varela), considerada la primera novela policial escrita en castellano; y el capítulo “Jaque mate” del libro Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez. En “Precursores”, con audacia, se incluyen textos de José Hernández y Domingo Faustino Sarmiento. De Hernández, un fragmento del Martín Fierro donde el gaucho perseguido comienza una afectuosa amistad con un policía. De Sarmiento, un pasaje de Facundo, donde se muestra el accionar del rastreador, un auténtico detective rural.
Enigmas de sangre genera intriga desde un comienzo, dada la manera poco ortodoxa de presentar el género. Una vez leídos los textos, se aprecia que se trata de un camino que vale la pena transitar.
(*) Jueves 10 de septiembre de 2015