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Dios vive en nuestra mirada

Reseña de Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013), de Pablo Martínez Burkett. Por José María Franchino Arnaiz (La Palabra de Ezeiza, jueves 9 de enero de 2014)

Los ojos de la divinidad es el segundo libro de Pablo Martínez Burkett, quien viene apostando a continuar el camino iniciado por Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges en relación a la literatura fantástica. En su anterior producción (Forjador de penumbras), el autor desarrolló relatos cruzados por hechos sobrenaturales. En esta ocasión, lo maravilloso sigue estando presente, pero a través de la vacilación y la mirada de los personajes, quienes por un instante son capaces de ver la realidad con los ojos de la divinidad. Dios otorga esa gracia y se manifiesta a través de ella. Ningún hecho es sobrenatural, Dios es parte de nuestra misma naturaleza, parece decirnos el autor a través de 15  relatos, algunos de ellos muy breves. Quizás por estilo, o por no querer encandilarse con la verdad, el autor recurre  en varios pasajes a circunloquios para narrar, sea algo simple o difícil de comprender. Esto, sumado al uso de giros o vocablos poco usados, genera un efecto de extrañamiento, que es una marca personal del autor. En pocas palabras, son relatos sólidos, disfrutables, altamente recomendables para quienes aman la buena literatura contemporánea, que dialoga con nuestra rica tradición de narradores.