Reseña de Útero de cemento (Muerde Muertos, 2021), de María Sola. Por Damián Scokin para Colifato Ilustrado.
Lo onírico y los fantasmas que nos habitan:
“Moscas” (página 65):
No tengo miedo. Cuando quedé ciega, la oscuridad me mostró todos sus colores.
Diversidad de la orfandad:
“La negra” (página 95):
¿Cómo se iba a oír tu grito a través de un mundo sordo?
El pasado intervenido:
“Abecedario” (página 177):
Palabras y palabras, van y vuelven, montañas de ellas. Nos ahogamos dentro de un abecedario.
Pequeños cuentos infiltrados:
“Cielo” (página 196):
Salto y salto con mi cuerda.
¡cada vez más fuerte!
Ya toco el techo, lo rompo con mi cabeza y no duele.
Muevo los brazos, me impulso y tomo envión, mientras escucho la voz de mi abuela diciendo:
—Los niños que se portan bien, van al cielo...
—Abuela, ya estoy arriba, ¿y ahora qué?
Ideal para este verano, señora, señor, señore o cualquier entidad que guste de la buena literatura. Editorial Muerde Muertos te programa vacaciones desde tu sillón favorito.