Por Daniel Gigena | La Nación | Viernes 30 de octubre de 2020 |
Pablo Martínez Burkett | “Las plataformas de streaming muestran un reverdecer del terror como género”. |
En un año de terror, dominado por el miedo al contagio de un nuevo virus, toques de queda en capitales del mundo, masivos confinamientos forzosos y una seguidilla de desastres ambientales, no es causal que el género de terror se haya popularizado. No solo en la literatura; todas las plataformas de streaming ofrecen un rosario de series aterradoras, que pueden ser consumidas en modo insomne para matizar el exceso de realidad de la pandemia. Más aún este fin de semana de Halloween.
En 2020, además, la directora del área de Letras del Fondo Nacional de las Artes, la escritora Mariana Enriquez, convocó por primera en la historia del organismo a un concurso de letras enfocado en los géneros de ciencia ficción, fantástico y terror. La autora de Nuestra parte de noche, libro récord de premios este año, recibió críticas por esa decisión, que sin embargo logró la presentación de tres mil originales. Los ganadores de la liga federal del terror literario se conocerán en las próximas semanas.
“Las plataformas de streaming muestran un reverdecer del terror como género —confirma Pablo Martínez Burkett, escritor y máster en escritura creativa por la Universidad de Salamanca—. Con la literatura pasa lo mismo. No importa cuántas veces se haya declarado el ocaso, cada generación encuentra una forma nueva de contar lo mismo: la inquietud que nos provoca lo desconocido. La pandemia agravó la dimensión social del miedo, cuchicheando al oído de los miedos ancestrales”. Para el autor de
Forjador de penumbras, el terror doméstico va encontrando su identidad. “Con notas propias, a partir del mestizaje de las convenciones del género con nuestras tradiciones. Esta es la hora. Además, quienes hoy trascienden las fronteras escriben un terror bien argento y son escritoras formidables”. De yapa, Martínez Burkett recomienda la lectura de
La lengua de los geckos (Muerde Muertos), de Fabián García.
Día a día, el terror gana lectores entre los jóvenes. “Los que fuimos chicos entre los años 60 y los 80 nos sumergimos en el terror con Edgar Allan Poe y Horacio Quiroga —dice a
La Nación la escritora y editora Cristina Alemany, especialista en literatura YA (Young Adults)—. Después vinieron Stephen King y Clive Baker. Los lectores jóvenes de la actualidad comparten estos gustos, junto a Drácula y todas las sagas vampíricas, donde reina Anne Rice; Frankenstein, libros de H. P. Lovecraft y cuanto clásico esté a mano”. Para Alemany, los lectores se pueden haber iniciado con El fantasma de Canterville, Vampiratas, Escalofríos o Coraline, para seguir leyendo. Una de sus recomendaciones para el público YA es Asylum (VyR), de Madeleine Roux. “Tuvo mucho éxito y ella vino a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 2017 —recuerda—. Iba a ser una novela y terminó siendo una saga con varios libros, uno asustaba más que el otro. También están los éxitos de streaming como Sabrina, Strangers Things o La maldición de Bly Manor, que también lanzan sus libros”. La autora de Cómo entender a los chicos... y conquistar su corazón señala que en la Argentina hay especialistas BBB (Bloggers, Booktubers y Bookstagrammers) en el género.“Destaco a Coos Burton que lleva tiempo recomendando buenos libros, y asustándonos un poco también con sus producciones”.