La hormigas van al espacio | Por Pablo Tolosa | 1° Premio VII Certamen de Microrrelatos Fantásticos y de Terror de Sants 2019
Pasan muchos años y al final, las hormigas evolucionan. El minicerebro —de unos cuantos miles de neuronas— reconexiona sus axones y resulta en una especie de computadora que resuelve problemas complejos de uno a la vez. Las hormigas, siguiendo su instinto milenario, reorganizan su comportamiento: cada una resuelve un problema distinto y lo comunica al hormiguero. Se agrupan, convocando más hormigueros, y así —pensando en paralelo— se adueñan del mundo. Los humanos, sorprendidos un día por el ataque simultáneo y letal de millones de hormigas, mueren en medio de horribles carnicerías colectivas. Eventualmente, pasa lo del título.