Reseña de La hinchada caballerosa de César Fuentes Rodríguez (Muerde Muertos, 2015). Por Luis Adrián Vives para Evaristo Cultural
La hinchada caballerosa, de César Fuentes Rodríguez, representa otro modo de contar historias con sentido literario. Una manera particular de narrar el mundo y un estilo que impacta vía expresión y asociación de imágenes.
El autor levanta escenarios, describiendo atmósferas que capturan conflictos latentes, en cada dimensión que gira alrededor de la complejidad del cuento.
El poder del tiempo, en diversas direcciones, sería el denominador común en este abanico de obsesiones y sueños antes pensados, ahora compartidos.
Tiempos necesarios, otros agotados. El tiempo como gran rival del ser humano; y otro tiempo de milagros. Un tiempo estimado, también atravesado por el despliegue de los personajes; algunos de ellos se presentan con genuina, o afectada, caballerosidad.
Fuentes Rodríguez así condensa estos conflictos, con palabras mágicas y, por momentos, con reflejos de humor y de ironía.
Una expansión de universos que el autor transita con la seguridad que le ofrece el saber que el espacio, ni aun unido al tiempo, configura escenarios inmutables.
La materia narrada reúne, en “trincheras invisibles”, el pasado, lo residual y el presente con un porvenir fantástico. Reúne amor, odio, pasión y sexo; como a Dios con los hombres; enfrenta a la religión con la fantasía de los fieles; a la trama con su revés y, obviamente, a la vida con la muerte.