Reseña de Los hombres malos usan sombrero, de Lucas Berruezo (Muerde Muertos, 2015). Por Nicholas Pezzote para Boca de Sapo.
En mayo de 2015, la editorial Muerde Muertos publicó la novela Los hombres malos usan sombrero de Lucas Berruezo(1), una novela que incursiona en el género de terror. La novela narra la historia de Alejandro, un vendedor de celulares y estudiante de letras de 25 años, cuyo sueño es convertirse en escritor. Pero su esposa, que no parece compartir sus ambiciones ni intereses, desea tener un hijo pronto. Alejandro sabe que un niño le quitaría tiempo para escribir, y además es consciente de que la posición económica de la pareja no está en condiciones de afrontar esa responsabilidad.
La novela logra que el lector quede atrapado en un clima casi costumbrista, donde la irrupción de lo extraño es una amenaza que parece que no va a concretarse. Todo se desarrolla con absoluta normalidad hasta que se produce un hecho crucial: un encuentro entre el protagonista y Carola, una nena de seis años, que llora escondida en el baño de un bar del barrio porteño de Flores. Pero no será hasta después de que Alejandro se convierta finalmente en padre, que este encuentro cobrará un sentido siniestro. Nombrando a su propia hija igual que a aquella niña, Alejandro entrará en un espiral descendente de paranoia, donde distinguir la realidad de su propia imaginación será una tarea imposible, tanto para él como para el lector. Lo siniestro, como dice Sigmund Freud, “es todo lo que estando destinado a permanecer en secreto, en lo oculto, ha salido a la luz”(2).
En el prólogo de la novela, Elsa Drucaroff señala: “Terminé Los hombres malos usan sombrero y me quedé temblando. Pero antes había ingresado serenamente a sus páginas de universo cotidiano, conocido, de conflictos esperables, y había disfrutado que todo de a poco empezara a enrarecerse y con el enrarecimiento naciera, suavemente, el miedo. Un miedo que ya no se fue hasta el instante final de la novela”.
En aquél encuentro con Carola, la nena del baño, ella le explica a Alejandro que la persiguen los hombres malos. Y la manera de identificarlos es simple: aquellos que usan sombrero, son los hombres malos. Este encuentro enfrenta a Alejandro con una figura enigmática. Jacques Derrida(3) explica que el enigma es “lo que no tiene sentido, no tiene presencia, no tiene legibilidad… Presencia pura como diferencia pura. Su acto debe olvidarse, olvidarse activamente”. Alejandro tiene que tomar la decisión de creer o no en este mundo extraño que se presenta ante él.
Berruezo construye una trama de terror donde reflexiona sobre la paternidad, la vocación, el amor —tan inmenso que puede llevar a la locura— por los hijos y fundamentalmente sobre el bien y el mal. El escritor crea una atmósfera en la cual el lector establece tal empatía con Alejandro, que se siente a su lado en este eminente mal que comienza a rodearlo. Los hombres malos usan sombrero es una novela llena de locura en medio de la vida cotidiana. Por momentos recuerda a Stephen King, dónde lo extraño empieza a convertirse en lo normal, para los personajes y para los lectores.
[1] Lucas Berruezo nació en Buenos Aires en 1982, y es docente y escritor. Prologó las antologías de cuentos fantásticos y de horror Mundos en tinieblas (Galmort, 2008 y 2009) y participó, junto a escritores como Alberto Laiseca, Luis Mey y Liliana Bodoc, en Haikus Bilardo (Muerde Muertos, 2014) de Fernando Figueras y José María Marcos. Sus cuentos y artículos circulan por la web en distintas revistas, como Insomnia y Axxón. Gestiona El Lugar de lo Fantástico, espacio dedicado a la literatura y el cine de terror.
[2] Freud, Sigmund. Obras completas. Buenos Aires, Amorrortu, 2009.
[3] Derrida, Jacques. La escritura y la diferencia. Barcelona, Anthropos, 1989, p. 339.