Reseña de
Quepobrestán (nouvelle divague), de Fernando Figueras (Muerde Muertos, 2013).
Por José María Franchino Arnaiz para La Palabra (*)
Fernando Figueras propone en su nouvelle Quepobrestán un mundo extraño,
desbordado de crueldad, erotismo, humor caótico y comentarios filosóficos. El
nombre del libro remite a un país imaginario (colonia de Argentina) plagado de
personajes atípicos que desnudan sus miserias a la primera de cambio. El
protagonista central es un escritor que narra sus peripecias con secuencias
truculentas y en ocasiones de alto voltaje erótico. En tono de burla, Figueras
recrea los avatares del mundo literario, como si por momentos estuviera en lo
mejor de la película “Las brujas”, de Alex de la Iglesia , y en otros en “La
dama regresa”, de Jorge Polaco. En lo literario parece seguir el consejo de
Oscar Wilde: “El camino de las paradojas es el camino de la verdad. Para poner
a prueba la realidad, hemos de verla en la cuerda floja. Cuando las verdades se
hacen acróbatas podemos juzgarlas”. En síntesis, una obra delirante, con
pasajes de horror y una historia inverosímil que se vuelve creíble gracias a la
clara prosa del autor. Ideal para los amantes del humor ácido. (*) Jueves 7 de noviembre de 2013.