Tras ser durante muchos años un “autor de culto”, el escritor Alberto Laiseca (Rosario, 1941) ha comenzado a tener una serie de reconocimientos, e, incluso, parte de sus textos están siendo traducidos al francés. Su obra maestra es Los sorias, una novela de más de 1300 páginas, publicada por primera vez en 1998 por ediciones Simurg, en una reducida tirada de 350 ejemplares. IluSORIAS es una arriesgada (y acertada) apuesta de la editorial Muerde Muertos de homenajear a Laiseca y, también, una manera de concretar la primera traducción de Los sorias, en este caso al lenguaje visual. La curaduría de las obras estuvo a cargo de Mica Hernández y Carlos Marcos, y de la convocatoria participaron 168 artistas visuales, entre ellos fotógrafos, dibujantes, comiqueros, ilustradores, vestuaristas y escritores. Que confluyan en un mismo libro nombres de orígenes y estéticas distintas es un hallazgo de esta preciosa edición y una muestra de que Laiseca ha dejado un legado literario que tardará años en comprenderse en su totalidad, como aquellos planetas aún inexplorados. (*) Jueves 5 de septiembre de 2013
Hace mucho frío cuando Artaud el Muerde Muertos es quien sopla | Manifiesto Artaud de Todo
Llegando al planeta Laiseca
Tras ser durante muchos años un “autor de culto”, el escritor Alberto Laiseca (Rosario, 1941) ha comenzado a tener una serie de reconocimientos, e, incluso, parte de sus textos están siendo traducidos al francés. Su obra maestra es Los sorias, una novela de más de 1300 páginas, publicada por primera vez en 1998 por ediciones Simurg, en una reducida tirada de 350 ejemplares. IluSORIAS es una arriesgada (y acertada) apuesta de la editorial Muerde Muertos de homenajear a Laiseca y, también, una manera de concretar la primera traducción de Los sorias, en este caso al lenguaje visual. La curaduría de las obras estuvo a cargo de Mica Hernández y Carlos Marcos, y de la convocatoria participaron 168 artistas visuales, entre ellos fotógrafos, dibujantes, comiqueros, ilustradores, vestuaristas y escritores. Que confluyan en un mismo libro nombres de orígenes y estéticas distintas es un hallazgo de esta preciosa edición y una muestra de que Laiseca ha dejado un legado literario que tardará años en comprenderse en su totalidad, como aquellos planetas aún inexplorados. (*) Jueves 5 de septiembre de 2013